Qué hacer con la poda de lavanda

Tras haber recogido las aromatizadas inflorescencias de lavanda, se sugiere seguir a la poda de cuidado de la planta. De esta forma su forma sostendrá des regulares y armoniosas. Las podas de capacitación y cuidado tienen que efectuarse en el momento en que la planta no posee flores, en otoño o primavera.

Como podar una lavanda

Antes de efectuar cualquier poda es primordial continuar unos pasos que garantizan el éxito, empezaremos por desinfectar las herramientas de poda, Hay que respetar los 5 centímetros de la parte leñosa (lo explico mucho más abajo) y por supuesto vamos a cortar nuestra lavanda dándole la manera deseada.

Para finalizar, a lo largo de la poda es conveniente eliminar siempre y en todo momento los tallos secos que observemos. Si proseguimos estos pasos, vamos a poder rejuvenecer cualquier planta aromatizada sin que muera a la primera.

Primer año de poda de lavanda

Lo más esencial que tienes que saber es que no hay que podar la parte leñosa del tallo. brote nuevamente

Identifique dónde la sección leñosa se transforma en un desarrollo verde despacio, entonces pode unos 3-5 cm por arriba. Puede escucharse duro, pero podar todo el desarrollo superior hace más fuerte las raíces y le da una planta mucho más compacta y espesa.

¿De qué forma regar la lavanda?

Dada su naturaleza rústica, la lavanda en estado silvestre asimismo puede aguantar periodos de falta de agua. No obstante, deberemos prestar atención a su horario de riego, singularmente a lo largo de los meses de desarrollo en el momento en que requerimos ofrecerle un riego moderado. Es esencial regarla, eludiendo siempre y en todo momento remojar sus ramas y flores, puesto que se corre el peligro de que proliferen hongos en la planta.

A lo largo de los meses de frío, los riegos tienen que reducirse y concentrarse en las horas centrales del día para eludir que las raíces amontonen humedad al caer la noche. A lo largo de los meses de calor, lo idóneo es regar de manera regular una vez a la semana y en relación el sustrato esté seco antes de llevarlo a cabo (si aún retiene humedad, vamos a esperar un tanto mucho más antes de regresar a regar).

Poda de lavanda punto por punto

Si nuestra planta no es muy grande, como es mi caso, y poseemos algo de temor de lastimarla, tenemos la posibilidad de emplear una tijera, cortando la rama a sucursal . Vamos a retirar los tallos florales fallecidos y los tallos que aún no han florecido, estos últimos hay que suprimirlos de la base, para alentar la ramificación y la floración por año siguiente.

A lo largo de su desarrollo, nuestra planta tiende a perder las hojas en las partes menos alumbradas del interior de la copa y en la parte de abajo de los tallos. Es por tal razón que vamos a proceder a otra dimensión.

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